DOS PIEZAS PARA CUARTETO DE CUERDAS
Mi primera obra, y al mismo tiempo, una de las más recientes, porque la primera pieza fue completamente reescrita; la primera versión tenía una escritura aleatoria que no funcionaba bien. La revisión es en notación normal y me permitió afinar más la puntería y detallar mejor la escritura, respetando la idea original, o lo que recordaba de ella. (aún no la he oído en su versión nueva). Fue una de cinco obras premiadas en un concurso de composición organizado por Juventudes Musicales del Uruguay. Nunca he estado tan nervioso en un concierto como el día del estreno. Me di cuenta inmediatamente de que la primera pieza, así como estaba, si bien “sonaba” era demasiado cruda y a lo bestia, pero pasaron muchos años hasta emprender una revisión – el detonante fue que un amigo que tiene un cuarteto me pidió si tenía alguna obra para ellos, y realmente no podía no revisarla. La segunda pieza, “Serenata” quedó tal cual estaba, y me sigue gustando; fue de hecho la primera de las dos en ser escrita. Creo que no es necesario analizar mucho; las piezas son lo más contrastantes que pude hacerlas. En la primera hay procesos repetitivos maquinales y más bien brutales que se van modificando, una catástrofe central, y un recorrido de vuelta con modificaciones, en el cual la maquinaria se va gradualmente cayendo a pedazos. La segunda, en un tiempo extremadamente lento, contrasta el dúo de violines sobreagudos, que también es en espejo, con interrupciones más bien violentas de viola y cello.
TWO PIECES FOR STRING QUARTET
My first work, and at the same time one of the most recent ones, because the first piece was completely rewritten; the first version used aleatory elements in the notation that did not work well. The revision is in normal notation and it allowed me to refine the aiming and put in a lot more detail, respecting the original idea (or what I remembered of it). I still have not heard the new version.
This was one of 5 works selected in a composition competition organized by Juventudes Musicales del Uruguay in 1982. I have never been so nervous in a concert as on the day of the first performance. I realized inmediately that the first piece, as it was, "sounded" indeed but was too raw and crude. It took me many years to try to rewrite it, and I did it only because a violinist friend wanted to play it with his string quartet and there was no other choice but doing it. The second piece, “Serenade” (in fact I wrote it first) stayed as it was. I still like it.
I don't think it is necessary to describe in detail what happens in the work. The pieces are as contrasting as I could make them. In the first there are repetitive, brutal machine-like processes which undergo modifications, a central catastrophe, and a turning back in which the machine gradually falls to pieces. The second, in an extremely slow tempo, contrasts the duo of the violins in very high register with interruptions of viola and cello.